"La palabra Otoño lleva en sí misma nota de melancolía, de nostalgia, la sensación de algo que termina... Es natural que otoño signifique para todos un algo de tristeza, pues dejar atrás los días luminosos del verano, el descanso de las vacaciones, con lo que éstas significan de ruptura de monotonía de todo el año.
"Pero debemos buscar la belleza del otoño, el encanto que encierra. En lo externo, por su colorido, los tonos suaves y dorados de un sol que se va alejando, de las hojas multicolores de los árboles que se resignan a desprenderse de las ramas, el aire que a ratos nos trae nostalgias veraniegas y a veces con su soplo frío nos dice que hay que aprovechar cada momento, porque el invierno se acerca.
"Cierto que octubre nos trae de nuevo las tareas, las obligaciones, nuestro tiempo ajustado al ritmo de un reloj, pero también es verdad que todo ello supone un "hacer", un "laborar" dejando huella.
"Octubre es siembra, afanes y esperanzas. Estos meses de otoño nos traerán el trigo y el pan. Mes de vendimias y de refugio en el hogar.
"Sí, este prefacio para el invierno, este otoño amarillo, es tiempo de poetas y labradores, tiempo de sueños y de frutos.
"Fuera pues el temor al otoño y enfoquémoslo con la luz del optimismo hacia esta "vida nueva".
¡Qué bueno... qué bonito!
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