Un título raro, pero no para los de Amurrio, que saben bien de qué va. Pues, a fiestas pasadas contamos así los cuentos de San Roque en el siguiente LAGUN.
"Ustedes, señores, sin duda son aficionados a San Roque. No hay que ser más que un amurriano medianamente decente, de algún sentido común, para saber ponerle a San Roque en su sitio. Y su sitio es allí, en lo alto, subiendo, que cuesta lo suyo.
"Pero corren por ahí ciertas cosas del pobre San Roque que hay que saber entenderlas, porque de lo contrario enseguida cuelgan un sambenito y el pobre ya tiene bastante con ser lo que es.
"De San Roque se dicen varias cosas: 1.- Que el del cordel blanco estuvo de...madre. 2.- Que Don Eusebio tuvo la culpa de la cucaña. 3.- Que las cuadrillas no se vieron en San Roque. 4.- Que para el año que viene hay carretera hasta arriba.
"Vamos con cada cosa. No hagamos de todas ellas una morcilla, que bastantes morcillas se hicieron y bastantes se perdieron este año en San Roque.
EL SERMON DE SAN ROQUE
"El fraile del cordel blanco estuvo de... madre. Dicen: ¡Qué voz tenía! ¡Madre! Y cómo se enfadaba allí al aire libre. Si llega a ser dentro de la ermita, nos pone las orejas con tanto grito, porque parecía una trompeta. Pero... ¿qué dijo?. Ah. Eso no sabría explicartelo nadie.
"Sí, estuvo muy bien, desde luego. Pero nadie sabe explicar lo que dijo el del cordel. Que San Roque era un tío con toda la barba, y que tenía una fe como un roble. Y eso tenemos que hacer nosotros. Más fe y menos hablar de si el del cordel blanco arriba y que si el del cordel blanco abajo.
LA CUCAÑA DE SAN ROQUE
"Que Don Eusebio tiene la culpa de la cucaña. Bueno, a Don Eusebio le han colgado ùltimamente tales calumnias, que ésta de la cucaña le da risa. De él calumnian diciendo cosas absolutamente falsas. Es que a las mujeres se les va acabando el gusto de hablar de bodas de príncipes o es que ya los príncipes ya no se casan. Y a las mujeres les ha entrado el gusto de hablar de bodas de curas. Qué mujeres! Habría que cortarles su linda lengua con un serrucho de los de antes, a ver si no inventan, ni cuentan ni comentan más tonterías por el pueblo.
"Pues sí. Van y dicen que Don Eusebio tiene la culpa de la cucaña. Como si aquel día hubiera estado Don Eusebio allí en San Roque, como en la catequesis diciendo: A ver, niños, esos de la barba, los que pesen más de cien kilos. Ese Julito el del bastón; a ver cómo cogen ese cigarrillo que está ahí pino y se lo bajan a esos chicos de las cuadrillas, porque se han quedado en estas fiestas sin fumar. Como si los hombres de San Roque fueran unos críos que no sabían lo que hacían.
"Además, digámoslo de una vez, eso de la cucaña estuvo muy bien. Lo tenbían merecido los jóvenes y lo han reconocido ellos mismos. Se hizo simplemente sin decir una palabra y sin insultar a nadie. El que se enfada por semejante cosa es que no tiene suficiente sentido del humor, y lo mejor que puede hacer es marcharse durante las fiestas a Jerez de la Frontera donde lo venden tinto; que no nos hace ninguna falta.
"Humor y salero, y otras cosas... eso es lo que tuvieron los que bajaron la cucaña. Ellos solitos, sin pedirle permiso a Don Eusebio, que eso del permiso no lo piden ya ni los críos de la catequesis para hacer sus necesidades.
"Y hubo humor para aguantar el chaparrón por parte de los de la plaza. Que sí señor. Que fue una lección de piano con cucaña. Y no es fácil dar estas lecciones de música. A ver si la gente aprende que San Roque está allí arriba, en el monte, a ver si los jóvenes se olvidan el Pelargón y van tomando cucaña. Que la única manera de dejar las cosas en su sitio, sería que el año que viene los jóvenes ultrajados de hoy, agarraran ese pino con sus garras y lo plantaran donde dicen que estaba, que ya ni se sabe. Eso es lo que había que hacer. Si tienen tanta barba como los que bajaron la cucaña. Ya sabemos que subir es siempre más duro, pero por algo los jóvenes son más fuertes, que no pasaron los años del hambre. Y tener tanta barba como los de San Roque, como Julio el de San Roque y como el mismo San Roque.
LAS CUADRILLAS EN SAN ROQUE
"Decir quje a las cuadrillas no se las vio en San Roque, eso es una calumnia. Lo que pasa es que los que fueron no llevaron catalejos, para verlos desde allí como estaban bailando en la plaza de Juan Urrutia. Es una calumnia muy gorda porque también había chavales vestidos de cuadrillas allí en San Roque. Lo que pasa es que eran tan pequeñines nque había que verlos con una lupa. Pero eso ya no es culpa de los organizadores. No van a andar repartiendo por todo San Roque catalejos y lupas. Que con el tiempo tendrían que repartir microscopios y valen una burrada cada uno.
"Aparte de esto, las cuadrillas estuvieron muy bien. No digamos cosas raras. Ellos mismos se han disculpado con lo de la lluvia y hasta cierto punto hay que darles alguna razón. La verdad es que se les puede acusar de vagonetas, pero de nada más. Los hemos visto todos alegrando las fiestas, con una señal clara de ser chicos sanos, con una alegría sana. Y eso hay que reconocerlo .Un escándalo hubo en los autos de choque. Pero era imposible que eso lo hicieran los chicos de las cuadrillas de nuestro pueblo. Y efectivamente eran de fuera los gamberros aquellos.
"Las cuadrillas de Amurrio han estado muy bien. Siempre hay alguna deficiencia que hay que sanar para otra vez. Si en el monte estuviera Sofía Loren junto a San Roque, las cosas hubieran cambiado.Y habrá que irlo pensando para el año que viene.
CARRETERA A LA ERMITA
"Se dice que habrá carretera para el año que viene. Pobres coches, metidos uno tras otro, agarrados de mala forma a la carretera para no caerse a la cuneta, metidos entre pinos como si hubieran hecho algo malo. Y los pobres conductores pidiendo paso inutilmente, gastando gasolina con lo cara que está. Con la gasolina que se gastó inutilmente en San Roque, se habrá venido abajo el presupuesto nacional, y ahora dicen que la gasolina se tendrá que subir a tres duros.
"Sí, el señor alcalde cree que hay que poner la carretera hasta San Roque. Qué bonito será. Una carretera hasta San Roque, con un aparcadero para coches, caballos y caballeros. Unos bancos y mesas de cemento para comerse las morcillas. Una fuente bien arregladita para refrescar las botellas de vino. Una ermita limpia y misa al aire libre. Qué bonito va a estar San Roque el año que viene. Bueno, eso del año que viene, habrá que dejarlo al tiempo, porque si este invierno llueve un poco, a lo mejor tampoco se puede subir con las excavadoras... ¿eh?"
Si encuentro respuesta o réplica en LAGUN a este largo escrito, prometo subirlo.
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