"Hace tres semanas que celebrábamos las fiestas patronales Forzosamente hemos de decir al go de ellas ahora que las cosas aún no se han enfriado.
"Este año han vuelto a iluminar nuestras fiestas las cuadrillas con sus trajes de colores, pero parece que la vela se va apagando. Ya no son nuestras cuadrillas aquellas que salían hace cuattro años. Aquellos jóvenes que se pasaban toda la semana sin parar, sin apenar aparentar cansancio. Aquellos grupos compactos que aparecían por donde menos se los esperaba uno.
"Bien es verdad que los más mayores van adquiriendo una serie de compromisos ineludibles que no les dejan tiempo libre -al menos mucho- a la hora del follón. También es verdad que su actividad no puede ser la misma que hace cuatro años, pero eso no justifica gran cosa, porque aún este año a la hora de sudar eran los más mayores los que tenína que empujar el carro.
Algo así les pasaba a los más jóvenes, podían pero no querían |
"Queremos desde estas líneas llamar la atención a la mayoría de los componentes de las cuadrillas. A esos que andan entrre los quince y los dieciocho años. A esos que deberían ser los que más ganas tengan de bullicio y que parecen abuelitos cansados por el paso de los años.
"Cuando los ahora más mayores tenían su edad puede que no hicieran grandes cosas, pero al menos se les veía con ganas de hacerlas. En cambio ahora sólo se ve un gran deseo de tumbarse a la bartola a verlas venir.
"¿Qué se puede esperar de una juventud que no tiene ganas ni de divertirse?"
Si estudiamos el último medio siglo, parece claro que la generación del 68, la del mayo francés, marcamos un cambio, una época... pero las siguientes juventudes no ha dado aún esa talla. ¡Qué pena!
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