En la misma página del artículo sobre Urtain, hay este otro sin firmar, aunque tiene toda la "pinta" de ser la segunda parte del anterior. ¡A que sí, Falopio!
"Hace unos días leía en un periódico la noticia de que se había organizado un gran revuelo en el Parlamento Sueco. El motivo era bien sencillo. Había aprarecido un joven sueco que a la edad de 19 años no sabía leer ni escribir. ¡Sólo era uno! El Parlamento inmediatamente adoptó las medidas precisas para hacer que esa persona pudiera aprender a leer y escribir y todo lo demás necesario para poder obtener el certificado de estudios primarios.
"Después de esto yo podría escribir un poco sobre nuestros planes de estudios, sus defectos y virtudes. Podría incluso decir unas cuantas cosas sobre nuestro Instituto Laboral, sobre nuestras escuelas... Pero, todo a su tiempo. Prefiero hablar de algo mucho más sencillo y cuya solución está al alcance de todos.
"Vivimos en un pueblo en el que casi nadie se preocupa de su formación personal, y no es en la mayoría de las veces porque no se tenga tiempo. Es simplemente porque no nos da la gana. Tenemos treinta bares que a todas horas están llenos. En cambio tenemos una biblioteca y siempre está desierta. Las publicaciones deportivas que llegan a Amurrio se venden como "escarabilla", a pesar de que todas dicen lo mismo, mientras que los libros que hay en las estanterías de nuestras librerías casi nadie los mira tan siquiera. Casi nadie sabe cuales son los derechos que tiene en su trabajo, ni qué es lo que puede hacer para defenderse en él, etc. etc.
"En fin, que llegaremos lejos con ¡Viva Urtain! y ¡saca tres tintos y un claro!"
Han pasado 42 años y siguen sin hacerte caso. "¡No, pero la culpa la tiene...! "
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